En las primeras etapas de la iniciativa empresarial en el año 2000, la imprenta Octavo tenía un valor de producción anual de 300.000 ejemplares, lo que se consideraba un muy buen comienzo en aquel momento. Establecer una imprenta requiere una inversión significativa en equipos de impresión, materias primas y contratación de empleados, y enfrentarse a una feroz competencia en el mercado. Por lo tanto, alcanzar un valor de producción anual de 300.000 puede considerarse un comienzo exitoso.